Paraguay en Transición: De la Agricultura al Balanceo Agroindustrial
El crecimiento de las exportaciones no se explica sólo por el aumento de las ventas externas de productos primarios, sino también por los productos agroindustriales, los cuales estarían igualando al total exportado de productos primarios, afirma el artículo “Paraguay en Transición: De la Agricultura al Balanceo Agroindustrial“.
En 1995 el subsector agroindustrial exportaba US$ 275 millones, mientras que en el 2013 generó envíos por valor de US$ 2.980 millones, 11 veces más que al inicio del periodo de análisis. Los productos agroindustriales son en un 98% intensivos en trabajo. Dos terceras partes de los productos de este sector son enviados a tres destinos: Rusia (30%), Mercosur 22% y Unión Europea 14%. De todo lo que Rusia compra de Paraguay el 75% son productos agroindustriales intensivos en yrabajo, mientras que en las compras totales del Mercosur este producto representa el 36% y en el de la Unión Europea es el 23%.
En cuanto a productos primarios, el mayor dinamismo en este sector se observa en las exportaciones de productos agrícolas intensivos en capital, el cual en 1995 registraba envíos por valor de US$ 181 millones, mientras que en el 2013 alcanzó los US$ 2.784 millones (76% del total exportado). Esto significa una relación de 15 veces más respecto a 1995. Las exportaciones primarias intensivas en trabajo en valor absoluto lograron triplicarse pues pasaron de US$ 294 millones en 1995 a US$ 743 millones en el 2013 (20% del total exportado de productos primarios).
Entre los productos primarios agrícolas intensivos en capital, el 45% se destina a la Unión Europea, el 15% al Mercosur, el 10% a Rusia, el 6% a la Alianza del Pacífico y el 5% a Israel. En el caso de los intensivos en trabajo, el 33% se destina al Mercosur, 28% a la Alianza del Pacífico y 8% a la Unión Europea.
Los datos analizados apoyan la tesis de que un balanceo en la estructura de las exportaciones está ocurriendo aquí y ahora. La estructura actual de las exportaciones indica que el país está en una fase de transición desde un modelo productivo agrícola, especializada en el monocultivo, hacia uno multi-productivo con encadenamiento agroindustrial.
La buena noticia es que los productos primarios están siendo procesados en mayor medida en el país para luego ser exportados. La mala noticia es que la economía del país estaría cada vez más expuesta a los ciclos económicos del sector agrícola dado que la agroindustria depende significativamente de lo que se produzca en el sector primario y por ende gran parte de la demanda de servicios especializados (consultorías, profesionales de comercio exterior, finanzas, servicios de logística y de transporte) también dependería en gran medida de la actividad primaria y ahora de la agroindustrial.
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