Mercosur: Idealismo vs. Realismo

Reinserción del Paraguay al Mercosur depende del realismo político.

Se sostiene que la reinserción del Paraguay en el Mercosur debe ir acompañada de otras de carácter económico-comercial y que compensen al Paraguay por el daño que ha significado estar ausente de las decisiones adoptadas por el bloque en el último año. Estas compensaciones deben tener en cuenta nuestros intereses en el bloque regional y componentes de la agenda de integración que sean compatibles con la construcción de la institucionalidad regional.

Algunas sugerencias de estas demandas se citan a continuación:

  1. El FOCEM, uno de los principales logros del Paraguay en el Mercosur, termina como mecanismo de distribución de fondos a los países del Mercosur en el 2015. El Paraguay puede exigir la vigencia por tiempo indefinido de este mecanismo y con un aumento de las contribuciones de los países (proporcional al PIB), teniendo, como hoy, al Paraguay como principal beneficiario.
  1. En el caso que otras economías menores y menos desarrolladas se incorporen  como socios plenos del Mercosur solicitar que estas se beneficien de los recursos del FOCEM después del 2015.
  1. Así como el Paraguay tiene un acuerdo de desgravación arancelaria con Venezuela con anterioridad a la entrada de este último país al bloque, lo tiene también con otros países de América del Sur como Ecuador y Bolivia que ahora son invitados a ser socios plenos del Mercosur. El Paraguay puede solicitar una aceleración de la desgravación arancelaria con estos países, para permitir un aumento de las exportaciones paraguayas a esos mercados. En el caso de Venezuela, como país de mayor desarrollo, el Paraguay puede solicitar que este país conceda inmediatamente, y de manera unilateral la desgravación total (arancel cero) para el universo de productos que el Paraguay exporta a ese país. Esto sería interpretado como un gesto interesante e histórico por parte de Venezuela.

Las sugerencias de demandas del Paraguay no tienen un carácter bilateral, sino que deben pasar por decisiones de los órganos políticos del Mercosur como bloque, más específicamente por el Consejo Mercado Común (CMC). Es decir que las responsabilidades son compartidas por todos los países miembros y por consenso.

Algunas opiniones pueden seguir sosteniendo que la violación de un tratado no se resuelve con compensaciones. Sin embargo es posible pensar en compensaciones que, al tiempo de conservar la dignidad nacional, fortalecen el proceso de integración y las relaciones comerciales. Seguir apelando a la dignidad y soberanía en forma absoluta, no deja espacio para avanzar en nuestro proceso de reinserción en la toma de decisiones del Mercosur. Apelar al realismo político sigue siendo más conveniente para un país pequeño, mediterráneo y con poco peso regional como el Paraguay.

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