9º Lanzamiento OBEI: Estrategias para una nueva inserción externa del Paraguay

El Observatorio de Economía Internacional – OBEI presenta este mes dos artículos. Uno sobre Los desafíos de la nueva inserción externa del Paraguay y otro donde se aborda la Revisión de la flexibilidad del tipo de cambio en Paraguay. Además, el Boletín de Comercio Internacional, que incluye las proyecciones de cierre para el 2012, relacionadas con las exportaciones, importaciones, reexportaciones y la balanza comercial. Por último, un material audiovisual denominado Mercosur: Una plataforma para conquistar mercados.

Artículo: Los desafíos de una nueva inserción externa del Paraguay

Luego de dos décadas de democracia, el debate sobre la inserción del Paraguay en el mundo, comienza a generar cierto interés. La forma de inserción de un país en el mundo se encuentra determinado por su modelo económico de desarrollo, que permite visualizar no solo cuan competitivo es el país en la arena internacional, sino también cuan eficiente es este modelo en términos del bienestar de su población, expresa el autor del artículo.

El modelo económico y de inserción paraguaya en el mundo tuvo, históricamente, tres características principales: la tradicional exportación de productos forestales, agrícolas y pecuarios; la exportación de la energía hidroeléctrica a los países vecinos y la intermediación comercial o triangulación, asevera.

El escenario del incremento de exportaciones y del PIB, desde el año 2004 trae consigo novedades importantes sobre las cuales pensar un nuevo modelo de desarrollo y de inserción internacional más competitiva para el Paraguay.

En primer lugar, el Paraguay es el país que más ha logrado diversificar sus exportaciones entre los países del Mercosur, en la última década. Son 25 los principales productos de exportación del Paraguay de los cuales 8 son commodities agrícolas y 17 rubros son del sector manufacturero. Además de las tradicionales semillas de soja y de carne congelada, se suman otros rubros como el trigo, maíz, el sésamo y el arroz. Todos esto productos han representado en promedio el 58% de las exportaciones paraguayas en el último decenio. Las exportaciones manufactureras han representando el 30% de todas las exportaciones en el mismo período de tiempo, destacándose las agroindustrias (aceite de soja, azúcar orgánica, cueros, textiles) pero también el rubro de productos químicos y plásticos.

En segundo lugar, el Paraguay ha abierto otros mercados en los últimos diez años. Aparte del Mercosur, Estados Unidos y Europa, se destacan mercados asiáticos como Rusia, China e India, e incipientemente los mercados del Medio Oriente, los cuales constituyen alrededor del 18% de los mercados de destino del Paraguay. En América Latina, los nuevos mercados son prácticamente todos los países de la costa del Pacífico (Chile, Bolivia, Perú, etc.) que representan el 15% de las exportaciones nacionales.

En tercer lugar, se produjo un aumento importante de la Inversión Externa Directa (IED), alcanzando en los últimos años cifras superiores o iguales al máximo nivel alcanzado a fines de los años noventa. Sin embargo, la IED de los últimos años se ha concentrado en el sector manufacturero (y de  servicios).

Los nuevos fenómenos de diversificación de mercados y diversificación productiva de los últimos diez años indican que es posible pensar en una nueva estrategia de inserción internacional del Paraguay, la cual deberá trabajar los nuevos mercados y ampliar los mercados tradicionales. Además, será necesario trabajar en el aumento de la oferta exportable, la que deberá basarse en potenciar los productos no tradicionales (naturales y manufacturados) que implican una mayor diversificación productiva, mayor valor agregado y mayor empleo de la mano de obra, orientando la inversión externa a estos sectores.

El esfuerzo de los últimos años, por una inserción competitiva del Paraguay en el mundo, debe dar soluciones a problemas estructurales como ser: la mediterraneidad paraguaya que implica costos adicionales de transporte y logística; la baja calidad educativa y deficiente formación de recursos humanos; la falta de mayor capital para impulsar las inversiones productivas y un sistema de incentivos fiscales que solo favorece a un numero bajo de empresas; el bajo uso de la energía hidroeléctrica impide pensar en un proceso de industrialización; la debilidad de institucionalidad pública; y finalmente la ausencia de una política estatal para consolidar una inserción externa que le permita sustentar su desarrollo.

Boletín de Comercio Exterior: proyecciones 2012

El Boletín de Comercio Exterior indica que a finales del 2012, las exportaciones de bienes originarios estarían en el orden de los US$ 4.894 millones. Esto representaría una disminución equivalente al 11% en relación a los 5.517 millones alcanzados en el 2011. La caída en los envíos estaría explicada principalmente por la sequía que afectó la producción primaria del país, en particular la producción de soja; así como al cierre de mercados internacionales importantes para los productos de la carne, que se vieron afectados por los dos brotes de fiebre aftosa que experimentó el sector ganadero del país.

Por el lado de las importaciones, se espera que a finales de 2012 este disminuya en el orden del 5%. La caída se debería principalmente, a la reducción de la actividad económica del país, a la desaceleración del crecimiento de la economía brasileña y a la depreciación del real brasileño respecto al dólar. Los dos últimos puntos ejercen un efecto directo sobre las importaciones del Paraguay que se destinan posteriormente a la reexportación.

Con estos datos de exportación e importación, a finales de 2012 la balanza comercial debería ubicarse en torno a los US$ 6.807 millones. Sin embargo, es necesario advertir que las reexportaciones, por sus características (exportación de bienes no originarios) y magnitud, obligan a modificar el cálculo convencional de la balanza comercial, usando para ello una versión ajustada de la misma.

Las proyecciones del OBEI-CADEP indican que a finales de 2012 las reexportaciones totalizarían US$ 4.595 millones, lo que representaría una reducción del 5% en relación a los US$ 4.860 millones registrado en el 2011. Luego, la exportación ajustada totalizaría US$ 9.489 millones con lo cual el déficit de la balanza comercial ajustada sería aproximadamente unos US$ 2.212 millones, en lugar de los US$ 6.807 millones.

Este boletín incluye también un análisis respecto a la evolución de las exportaciones e importaciones paraguayas, correspondientes a julio de 2012 y también al comercio acumulado en los primeros siete meses del año. Además, un análisis del comportamiento de los productos de la carne a partir del proceso de recuperación de las exportaciones y un monitoreo sobre las exportaciones al Mercosur, a partir de la sanción impuesta al Paraguay por los países socios del bloque.

Artículo: Una revisión de la flexibilidad del tipo de cambio en Paraguay

En nuestro país es bastante común escuchar los reclamos de distintos sectores de la economía solicitando un tipo de cambio más elevado o más bajo. Pero, en los últimos tiempos los reclamos más activos han sido aquellos que provienen de los grupos que abogan por un tipo de cambio más depreciado, de manera a favorecer la competitividad de las exportaciones. El argumento más común sostiene que el Banco Central del Paraguay, al mantener sobrevaluado el precio del guaraní, aplica una política cambiaria para incentivar las importaciones o favorecer a los importadores, que sería prácticamente lo mismo.

Una pregunta que surge de esta discusión podría ser: ¿por qué el BCP tendría algún interés en incentivar las importaciones? La respuesta más lógica sería que ninguno, pero tal vez el interés del BCP podría estar más bien en mantener controlados los precios de los bienes importados con el propósito de evitar que la inflación se dispare. Pero esto no significa que realmente el BCP tenga anclado el tipo de cambio mediante intervenciones activas en el mercado de cambios con este propósito. Entonces conviene replantear la cuestión y preguntarnos si ¿realmente el tipo de cambio en Paraguay es libre y fluctuante como se establece en el marco legal?, ¿o las palabras difieren de los hechos?

Teniendo en cuenta esta última pregunta, este artículo se propone contribuir a la discusión con algunas ideas e indicadores que puedan servir de insumo para avanzar en la comprensión de los temas cambiarios que imperaría en la práctica de nuestro país. Para ello, con datos de la economía nacional se ha construido un indicador propuesto por Poirson (2001), denominado “Índice de Flexibilidad Cambiaria” (FLT)[1].  Este indicador ha permitido observar, cómo ha ido evolucionando el esquema cambiario desde uno bastante controlado a mediados de los 90s y principios de la década pasada, hasta uno cada vez más flexible y consistente en la actualidad, con el nuevo enfoque de política monetaria, con metas de inflación aplicadas por el BCP.

Sin embargo, a pesar de que el BCP ha optado por un tipo de cambio cada vez más flexible, el mismo indicador propuesto en este artículo denota que todavía existiría un margen importante para una mayor flexibilidad de la moneda nacional.

Ahora bien, ¿por qué el BCP tendría que optar por una flexibilidad aún mayor del tipo de cambio? La evidencia empírica, no solo de la literatura internacional, sino también para el caso paraguayo demuestra que los esquemas cambiarios flotantes son consistentes con economías más estables. Esto se debe a que los tipos de cambio flexibles permiten ajustes más rápidos y menos costosos de la economía cuando se producen perturbaciones externas.

Lo anterior es sumamente importante si se tiene en cuenta que existe una correlación negativa importante entre la volatilidad macroeconómica y el crecimiento. Esto implica que cuanto mayor es la estabilidad macroeconómica, mayor es el crecimiento del PIB. Entonces, los esfuerzos para permitir un régimen cambiario cada vez más flexible, contribuirán a sostener el crecimiento de largo plazo.

 

Video. Mercosur: Una plataforma para conquistar mercados

Carmen Cosp, de IRIS SAIC, mantuvo una entrevista con el OBEI, donde manifestó que el nacimiento del  Mercosur representó un gran desafío y la posibilidad de extenderse el mercado en millones y millones de habitantes, por lo que IRIS se preparó con más tecnología, y mayor producción.

El hecho de ingresar al Mercosur, a Argentina, a Uruguay, también a Bolivia, les permitió realmente crecer, y agigantarse. En el año 2003 señala que, IRIS logró el certificado ISO 9000, lo que les aseguró calidad, desde el principio hasta el final, y les abrió una puerta muy interesante que fue Estado Unidos, lo cual representó también un desafío enorme y un aprendizaje.

El Mercosur fue una plataforma para conquistar otros mercados y el hecho de haber podido entrar allí nos ayudó como una escuela para ponernos en condiciones de mirar otros mercados, también exigentes, afirma Cosp. Sin embargo, manifestó que entrar a la Argentina y al Brasil significaron barreras comerciales, como los varios impuestos a pagar y el registro de productos o su renovación que llevan mucho tiempo. A pesar de ello, nunca dejaron de exportar -al menos a la Argentina-  porque sueñan que algún día ese país les abra las puertas y sea realmente libre comercio, sea un socio que les permita ingresar, igualmente Brasil.

Habló también de otros mercados que se abrieron, como Chile y México. “Chile, un mercado muy importante. México fue un increíble cliente, que nos compró muchísimas espirales hace tres años; pero después nos cambia porque vienen los productos de China, de Indonesia; de vez en cuando nos piden algo, pero ya no es el gran mercado que fue”. Aseveró que, conquistar un mercado es muy difícil, lleva muchos años y mantenerlo cuesta aún más porque estamos en un mundo globalizado.

“El tema de la mediterraneidad nos da algunos sobrecostos que no tienen otros países, pero el hecho de haber entrado al Mercosur nos ayudó muchísimo, porque cuando una industria tiene mercado, puede crecer, puede darse el lujo de traer tecnologías nuevas, de tener la mejor gente, crecer. Para una industria, el mercado es lo más importante” puntualizó.

[1] El Índice de Flexibilidad Efectiva del tipo de cambio (FLT) es una variable que compara los movimientos de las reservas de divisas, como medida más aproximada del grado de intervención de las autoridades en los mercados de divisas, con la volatilidad observada en el tipo de cambio nominal.

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