Editoriales
Los editoriales trimestrales del Observatorio de Economía Internacional recogen la línea de pensamiento institucional del OBEI sobre temas relacionados a la economía internacional y competitividad.
Editorial Nº 5: Mercosur: Idealismo vs. Realismo (descargar: full color – impresión)
Se sostiene que la reinserción del Paraguay en el Mercosur debe ir acompañada de otras de carácter económico-comercial y que compensen al Paraguay por el daño que ha significado estar ausente de las decisiones adoptadas por el bloque en el último año. Estas compensaciones deben tener en cuenta nuestros intereses en el bloque regional y componentes de la agenda de integración que sean compatibles con la construcción de la institucionalidad regional. Algunas sugerencias de estas demandas se citan a continuación:
- El FOCEM, uno de los principales logros del Paraguay en el Mercosur, termina como mecanismo de distribución de fondos a los países del Mercosur en el 2015. El Paraguay puede exigir la vigencia por tiempo indefinido de este mecanismo y con un aumento de las contribuciones de los países (proporcional al PIB), teniendo, como hoy, al Paraguay como principal beneficiario.
- En el caso que otras economías menores y menos desarrolladas se incorporen como socios plenos del Mercosur solicitar que estas se beneficien de los recursos del FOCEM después del 2015.
- Así como el Paraguay tiene un acuerdo de desgravación arancelaria con Venezuela con anterioridad a la entrada de este último país al bloque, lo tiene también con otros países de América del Sur como Ecuador y Bolivia que ahora son invitados a ser socios plenos del Mercosur. El Paraguay puede solicitar una aceleración de la desgravación arancelaria con estos países, para permitir un aumento de las exportaciones paraguayas a esos mercados. En el caso de Venezuela, como país de mayor desarrollo, el Paraguay puede solicitar que este país conceda inmediatamente, y de manera unilateral la desgravación total (arancel cero) para el universo de productos que el Paraguay exporta a ese país. Esto sería interpretado como un gesto interesante e histórico por parte de Venezuela.
Las sugerencias de demandas del Paraguay no tienen un carácter bilateral, sino que deben pasar por decisiones de los órganos políticos del Mercosur como bloque, más específicamente por el Consejo Mercado Común (CMC). Es decir que las responsabilidades son compartidas por todos los países miembros y por consenso.
Algunas opiniones pueden seguir sosteniendo que la violación de un tratado no se resuelve con compensaciones. Sin embargo es posible pensar en compensaciones que, al tiempo de conservar la dignidad nacional, fortalecen el proceso de integración y las relaciones comerciales. Seguir apelando a la dignidad y soberanía en forma absoluta, no deja espacio para avanzar en nuestro proceso de reinserción en la toma de decisiones del Mercosur. Apelar al realismo político sigue siendo más conveniente para un país pequeño, mediterráneo y con poco peso regional como el Paraguay.
Editorial Nº4: La tendencia real del comercio exterior (descargar: full color – impresión)
Los países de la región han ido concentrando fuertemente sus exportaciones en la extra-zona (principalmente países desarrollados y los emergentes mercados asiáticos) como consecuencia del alza de los precios internacionales de los commodities agrícolas y la especialización de los miembros del Mercosur en la exportación de estos rubros.
El comercio intra-Mercosur se ha convertido, en forma predominante, en un intercambio de rubros manufacturados y semi-manufacturados. A pesar de que este comercio ha seguido creciendo a lo largo de la última década, el peso relativo del mismo (participación en el total de exportaciones) ha ido disminuyendo a favor del peso de las exportaciones del Mercosur al Resto del Mundo.
Las exportaciones del Paraguay han seguido la misma tendencia, de acuerdo a la nueva base de datos. Sin embargo el BCP insiste en demostrar que el Paraguay se encuentra fuera de esa tendencia y que el 50% de nuestras exportaciones se dirigen al Mercosur, siendo el Uruguay el principal receptor. Un país pequeño que ni siquiera cuenta con industrias procesadoras de soja y de sus derivados.
Una mirada real al comercio exterior del Paraguay no solo ayuda a analistas e investigadores, sino también a los agentes económicos que día a día examinan el mercado para tomar decisiones en cuanto a sus inversiones.
Editorial Nº3: Mercosur: Sin lugar para la improvisación (descargar full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
La suspensión reciente de Paraguay de los órganos de decisión del Mercosur despertó el interés por entender mejor qué es el Mercosur y porqué y hasta dónde el Paraguay está comprometido en este proceso de integración regional.
Estas voces de protesta han apuntado a sugerir y hasta “urgir” la salida del Paraguay del Mercosur para hacer buenos y mejores negocios con otros países de la región y hasta con potencias como Estados Unidos, Europa y China. Lamentablemente un desconocimiento importante de la experiencia de Paraguay en el Mercosur en las últimas dos décadas lleva a concluir erróneamente que este proceso pudiera hacerse fácil y rápidamente.
Pensar en una política comercial para el Paraguay fuera del Mercosur implica dos cuestiones muy claras: tener una política de estado que permita construir esta alternativa y una oferta exportable, por lo menos, dos veces mayor que la actual. La primera todavía no la han implementado los sucesivos gobiernos de la democracia. Para alcanzar la segunda se debe trabajar para lograr una fuerte atracción de inversión en el sector productivo en el futuro inmediato.
No existen recetas mágicas ni de resultados inmediatos. La economía paraguaya no puede seguir dependiendo de hechos fortuitos y no planificados como la construcción de Itaipú y el boom de la soja para crecer a ritmos altos y sostenidos y para llenar y aumentar su canasta exportable. El Mercosur ha sido y seguirá siendo por un buen tiempo una plataforma adecuada de la inserción paraguaya al mundo. Trabajar una segunda plataforma implica seriedad y no improvisación. Implica, principalmente, un consenso público-privado que siente las bases de una política de desarrollo de Estado.
Editorial Nº2: Argentina y Brasil frente a la crisis mundial (descargar full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
Unas de las consecuencias más importantes de la crisis financiera mundial iniciada en 2008 ha sido el aumento del proteccionismo comercial. Brasil y Argentina han respondido en forma diferente a este fenómeno.
En el caso brasileño, las medidas proteccionistas se han limitado a la suba de aranceles de productos importados del resto del Mundo. Al mismo tiempo, el gobierno brasilero alentó la competitividad industrial a través de la reducción de la tasas de interés, disminución selectiva de ciertos impuestos, depreciación de la moneda e incentivos a las exportaciones industriales. Todas estas decisiones del gobierno de Brasil se enmarcan dentro de un crecimiento económico moderado y dentro de un equilibrio macroeconómico adecuado.
Por otro lado, desde el año 2003, el crecimiento de la economía argentina ha sido mucho más pronunciado que el brasileño, aunque presenta síntomas peligrosos.
El crecimiento promedio del PIB del 8 al 9% en los últimos ocho años no ha sido acompañado por una mejora de la productividad y por ende, de la competitividad industrial argentina. Este crecimiento económico significativo, sí ha sido acompañado de un desfinanciamiento creciente de las cuentas externas, con la salida creciente de capitales del país. A esto se suma, un déficit energético que ha convertido a la Argentina en un importador neto de combustibles, con sus consecuencias sobre la balanza comercial. Además, el gobierno argentino ha aumentado sustancialmente los subsidios a los precios de los servicios públicos.
Todos estos acontecimientos han tenido su impacto en las cuentas fiscales argentinas que hoy se ven resentidas ante los compromisos de pago de la deuda pública en los próximos años.
Por lo tanto, las medidas adoptadas por el gobierno argentino en los últimos años hay que entenderlas dentro de este problema de desfinanciamiento de las cuentas públicas. Algunas de ellas son: la nacionalización de los fondos jubilatorios, la flexibilización en el uso de las reservas del Banco Central, la reducción y eliminación de ciertos subsidios estatales y la reciente nacionalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Dentro de este contexto, es donde hay que ubicar y entender las últimas disposiciones del gobierno argentino de restringir fuertemente las importaciones.
Si algún sello de calidad ha obtenido el Mercosur a nivel internacional en la última década no ha sido precisamente por la rapidez y capacidad institucional de profundizar el proceso de integración. Ha sido por el dinamismo comercial demostrado entre sus miembros y por el logro de un adecuado y sostenido equilibrio macroeconómico que han permitido elevados niveles de inversiones para mantener un crecimiento continuo de sus economías.
Esta editorial concluye que, ciertamente la agenda de encuentros entre los gobiernos de Argentina y Brasil estará incluyendo en forma creciente la situación económica argentina, como problema más relevante que las restricciones comerciales. Pero si estas últimas siguen progresando significativamente y no se detiene el deterioro de las cuentas públicas argentinas, los principales activos del Mercosur también irán desapareciendo.
Editorial N°1: Exportaciones: Nuevas y Viejas Tendencias (descarga: full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
La nueva década de este siglo trajo algunas novedades importantes en el comportamiento de las exportaciones paraguayas pero mantiene tendencias tradicionales fuertes en la composición de estas exportaciones.
En primer lugar, el Paraguay sigue concentrando la mayor parte de sus ventas externas en recursos naturales, aunque ahora con una mayor diversificación de los rubros. En segundo lugar esta mayor diversificación de los rubros ha significado la apertura de nuevos mercados y por lo tanto, en una disminución de la concentración geográfica de destino. El Mercosur ha sido uno de los principales medios que ayudaron a diversificar mercados. Finalmente, las actividades de re-exportación o triangulación se mantienen con vigor haciendo que la intermediación antes que la producción continúe como la principal relación comercial del Paraguay con el Mercosur.
Varias son las lecciones que se pueden extraer a partir del comportamiento de las tendencias exportadoras del Paraguay: 1) es posible proveer de mayor valor agregado a nuestras exportaciones, de mayor calidad a las mismas y, por lo tanto de diversificar los rubros, 2) es posible abrir nuevos y crecientes mercados para nuestras exportaciones, para lo cual, el hecho de ser parte de un bloque como el Mercosur ayuda en gran medida a la conquista de estos nuevos mercados, y 3) si no existe una política pública consensuada y fuerte en la atracción de inversiones para la producción e industrialización, seguiremos como país triangulador en la región y, por lo tanto de contramano a los beneficios que ofrece el Mercosur.
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Editoriales
Los editoriales trimestrales del Observatorio de Economía Internacional recogen la línea de pensamiento institucional del OBEI sobre temas relacionados a la economía internacional y competitividad.
Editorial Nº 5: Mercosur: Idealismo vs. Realismo (descargar: full color – impresión)
Se sostiene que la reinserción del Paraguay en el Mercosur debe ir acompañada de otras de carácter económico-comercial y que compensen al Paraguay por el daño que ha significado estar ausente de las decisiones adoptadas por el bloque en el último año. Estas compensaciones deben tener en cuenta nuestros intereses en el bloque regional y componentes de la agenda de integración que sean compatibles con la construcción de la institucionalidad regional. Algunas sugerencias de estas demandas se citan a continuación:
- El FOCEM, uno de los principales logros del Paraguay en el Mercosur, termina como mecanismo de distribución de fondos a los países del Mercosur en el 2015. El Paraguay puede exigir la vigencia por tiempo indefinido de este mecanismo y con un aumento de las contribuciones de los países (proporcional al PIB), teniendo, como hoy, al Paraguay como principal beneficiario.
- En el caso que otras economías menores y menos desarrolladas se incorporen como socios plenos del Mercosur solicitar que estas se beneficien de los recursos del FOCEM después del 2015.
- Así como el Paraguay tiene un acuerdo de desgravación arancelaria con Venezuela con anterioridad a la entrada de este último país al bloque, lo tiene también con otros países de América del Sur como Ecuador y Bolivia que ahora son invitados a ser socios plenos del Mercosur. El Paraguay puede solicitar una aceleración de la desgravación arancelaria con estos países, para permitir un aumento de las exportaciones paraguayas a esos mercados. En el caso de Venezuela, como país de mayor desarrollo, el Paraguay puede solicitar que este país conceda inmediatamente, y de manera unilateral la desgravación total (arancel cero) para el universo de productos que el Paraguay exporta a ese país. Esto sería interpretado como un gesto interesante e histórico por parte de Venezuela.
Las sugerencias de demandas del Paraguay no tienen un carácter bilateral, sino que deben pasar por decisiones de los órganos políticos del Mercosur como bloque, más específicamente por el Consejo Mercado Común (CMC). Es decir que las responsabilidades son compartidas por todos los países miembros y por consenso.
Algunas opiniones pueden seguir sosteniendo que la violación de un tratado no se resuelve con compensaciones. Sin embargo es posible pensar en compensaciones que, al tiempo de conservar la dignidad nacional, fortalecen el proceso de integración y las relaciones comerciales. Seguir apelando a la dignidad y soberanía en forma absoluta, no deja espacio para avanzar en nuestro proceso de reinserción en la toma de decisiones del Mercosur. Apelar al realismo político sigue siendo más conveniente para un país pequeño, mediterráneo y con poco peso regional como el Paraguay.
Editorial Nº4: La tendencia real del comercio exterior (descargar: full color – impresión)
Los países de la región han ido concentrando fuertemente sus exportaciones en la extra-zona (principalmente países desarrollados y los emergentes mercados asiáticos) como consecuencia del alza de los precios internacionales de los commodities agrícolas y la especialización de los miembros del Mercosur en la exportación de estos rubros.
El comercio intra-Mercosur se ha convertido, en forma predominante, en un intercambio de rubros manufacturados y semi-manufacturados. A pesar de que este comercio ha seguido creciendo a lo largo de la última década, el peso relativo del mismo (participación en el total de exportaciones) ha ido disminuyendo a favor del peso de las exportaciones del Mercosur al Resto del Mundo.
Las exportaciones del Paraguay han seguido la misma tendencia, de acuerdo a la nueva base de datos. Sin embargo el BCP insiste en demostrar que el Paraguay se encuentra fuera de esa tendencia y que el 50% de nuestras exportaciones se dirigen al Mercosur, siendo el Uruguay el principal receptor. Un país pequeño que ni siquiera cuenta con industrias procesadoras de soja y de sus derivados.
Una mirada real al comercio exterior del Paraguay no solo ayuda a analistas e investigadores, sino también a los agentes económicos que día a día examinan el mercado para tomar decisiones en cuanto a sus inversiones.
Editorial Nº3: Mercosur: Sin lugar para la improvisación (descargar full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
La suspensión reciente de Paraguay de los órganos de decisión del Mercosur despertó el interés por entender mejor qué es el Mercosur y porqué y hasta dónde el Paraguay está comprometido en este proceso de integración regional.
Estas voces de protesta han apuntado a sugerir y hasta “urgir” la salida del Paraguay del Mercosur para hacer buenos y mejores negocios con otros países de la región y hasta con potencias como Estados Unidos, Europa y China. Lamentablemente un desconocimiento importante de la experiencia de Paraguay en el Mercosur en las últimas dos décadas lleva a concluir erróneamente que este proceso pudiera hacerse fácil y rápidamente.
Pensar en una política comercial para el Paraguay fuera del Mercosur implica dos cuestiones muy claras: tener una política de estado que permita construir esta alternativa y una oferta exportable, por lo menos, dos veces mayor que la actual. La primera todavía no la han implementado los sucesivos gobiernos de la democracia. Para alcanzar la segunda se debe trabajar para lograr una fuerte atracción de inversión en el sector productivo en el futuro inmediato.
No existen recetas mágicas ni de resultados inmediatos. La economía paraguaya no puede seguir dependiendo de hechos fortuitos y no planificados como la construcción de Itaipú y el boom de la soja para crecer a ritmos altos y sostenidos y para llenar y aumentar su canasta exportable. El Mercosur ha sido y seguirá siendo por un buen tiempo una plataforma adecuada de la inserción paraguaya al mundo. Trabajar una segunda plataforma implica seriedad y no improvisación. Implica, principalmente, un consenso público-privado que siente las bases de una política de desarrollo de Estado.
Editorial Nº2: Argentina y Brasil frente a la crisis mundial (descargar full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
Unas de las consecuencias más importantes de la crisis financiera mundial iniciada en 2008 ha sido el aumento del proteccionismo comercial. Brasil y Argentina han respondido en forma diferente a este fenómeno.
En el caso brasileño, las medidas proteccionistas se han limitado a la suba de aranceles de productos importados del resto del Mundo. Al mismo tiempo, el gobierno brasilero alentó la competitividad industrial a través de la reducción de la tasas de interés, disminución selectiva de ciertos impuestos, depreciación de la moneda e incentivos a las exportaciones industriales. Todas estas decisiones del gobierno de Brasil se enmarcan dentro de un crecimiento económico moderado y dentro de un equilibrio macroeconómico adecuado.
Por otro lado, desde el año 2003, el crecimiento de la economía argentina ha sido mucho más pronunciado que el brasileño, aunque presenta síntomas peligrosos.
El crecimiento promedio del PIB del 8 al 9% en los últimos ocho años no ha sido acompañado por una mejora de la productividad y por ende, de la competitividad industrial argentina. Este crecimiento económico significativo, sí ha sido acompañado de un desfinanciamiento creciente de las cuentas externas, con la salida creciente de capitales del país. A esto se suma, un déficit energético que ha convertido a la Argentina en un importador neto de combustibles, con sus consecuencias sobre la balanza comercial. Además, el gobierno argentino ha aumentado sustancialmente los subsidios a los precios de los servicios públicos.
Todos estos acontecimientos han tenido su impacto en las cuentas fiscales argentinas que hoy se ven resentidas ante los compromisos de pago de la deuda pública en los próximos años.
Por lo tanto, las medidas adoptadas por el gobierno argentino en los últimos años hay que entenderlas dentro de este problema de desfinanciamiento de las cuentas públicas. Algunas de ellas son: la nacionalización de los fondos jubilatorios, la flexibilización en el uso de las reservas del Banco Central, la reducción y eliminación de ciertos subsidios estatales y la reciente nacionalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Dentro de este contexto, es donde hay que ubicar y entender las últimas disposiciones del gobierno argentino de restringir fuertemente las importaciones.
Si algún sello de calidad ha obtenido el Mercosur a nivel internacional en la última década no ha sido precisamente por la rapidez y capacidad institucional de profundizar el proceso de integración. Ha sido por el dinamismo comercial demostrado entre sus miembros y por el logro de un adecuado y sostenido equilibrio macroeconómico que han permitido elevados niveles de inversiones para mantener un crecimiento continuo de sus economías.
Esta editorial concluye que, ciertamente la agenda de encuentros entre los gobiernos de Argentina y Brasil estará incluyendo en forma creciente la situación económica argentina, como problema más relevante que las restricciones comerciales. Pero si estas últimas siguen progresando significativamente y no se detiene el deterioro de las cuentas públicas argentinas, los principales activos del Mercosur también irán desapareciendo.
Editorial N°1: Exportaciones: Nuevas y Viejas Tendencias (descarga: full color – para impresión)
Resumen ejecutivo:
La nueva década de este siglo trajo algunas novedades importantes en el comportamiento de las exportaciones paraguayas pero mantiene tendencias tradicionales fuertes en la composición de estas exportaciones.
En primer lugar, el Paraguay sigue concentrando la mayor parte de sus ventas externas en recursos naturales, aunque ahora con una mayor diversificación de los rubros. En segundo lugar esta mayor diversificación de los rubros ha significado la apertura de nuevos mercados y por lo tanto, en una disminución de la concentración geográfica de destino. El Mercosur ha sido uno de los principales medios que ayudaron a diversificar mercados. Finalmente, las actividades de re-exportación o triangulación se mantienen con vigor haciendo que la intermediación antes que la producción continúe como la principal relación comercial del Paraguay con el Mercosur.
Varias son las lecciones que se pueden extraer a partir del comportamiento de las tendencias exportadoras del Paraguay: 1) es posible proveer de mayor valor agregado a nuestras exportaciones, de mayor calidad a las mismas y, por lo tanto de diversificar los rubros, 2) es posible abrir nuevos y crecientes mercados para nuestras exportaciones, para lo cual, el hecho de ser parte de un bloque como el Mercosur ayuda en gran medida a la conquista de estos nuevos mercados, y 3) si no existe una política pública consensuada y fuerte en la atracción de inversiones para la producción e industrialización, seguiremos como país triangulador en la región y, por lo tanto de contramano a los beneficios que ofrece el Mercosur.
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